Me contaba uno de mis yernos, que pertenece a una familia casi tan numerosa como la mía, que su padre , cuando tenía que llevar algo al colegio, como el chandal o algo así, se lo metía en una bolsa de plástico, cosa que el odiaba, y ha desarrollado un rechazo a las bolsas parecido al de Carrefour; sus hijos están encantados, tienen una mochila monísima para cada cosa.
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Creo que los niños tienen necesidad de traumarse y cuando no se les da motivo,se los inventan. Mi caso era distinto. En mi colegio, de monjas, había comunión general los primeros viernes de mes, y luego, se desayunaba en la clase. Todas las niñas llevaban una bolsa con un termo con café con leche y un bocadillo. Todas las niñas menos yo.
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Yo vivía al lado del colegio, y el desayuno me lo llevaba la muchacha en una bandeja con un mantel bordado, servilleta, colacao, tostadas, bollos y no se cuantas cursiladas más, le faltaba el jarroncito con la flor. Cuando yo veía aparecer a la monja con aquello, quería realmente que la tierra me tragara.
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Como fue imposible convencer a mi familia, decidí dejar de comulgar los primeros viernes ( !!que bruta!!). En mi casa dije que las monjas habían suprimido los primeros viernes, cosa que les dejó estupefactos; y en el colegio que se me había olvidado y había desayunado, cosa que coló la primera vez, pero después las monjas debieron pensar que mi familia era bastante rara, yo iba a misa de las monjas, que no era obligatorio, todos los días a las siete de la mañana, claro que después volvía a mi casa a desayunar.
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Supongo que habré avergonzado a mis hijos muchas veces, pero con bandejas de desayuno, no.,
P.D. Recordad: arriba a la derecha
. claro volvía a mi casa a desayunar