jueves, 17 de julio de 2008

Hijos



Hace unos días, Ana, de http://dalechichi.blogspot.com/ ,escribió una entrada sobre lo que sufren los hijos con las madres que les han tocado en suerte. Yo le escribí un comentario, un estupendo comentario, le dí a publicar ...y lo perdí, nunca lo he visto publicado. No es que ahora pretenda hacer una entrada de un simple comentario a la idea de otra persona, es que me encuentro en una situación a la inversa, es decir, en lo que sufrimos las madres con los hijos que Dios nos ha dado.

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Creo que me repito, pero da igual, en las tiras cómicas de Calvin y Hobs hay una frase que define perfectamente mi estado de ánimo actual:" Ser madre es estar deseando ABRAZAR y ESTRANGULAR a tu hijo a la vez."

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Tengo un niño, vale que tiene 21 años y mide 1,85, pero es mi niño,( ver a los hijos como niños siempre, forma parte del masoquismo maternal )que se me ha ído de vacaciones (en un coche que casi alcanza la categoría de clásico) con unos amigos, a Tarifa, a aprender una cosa que no sé como se escribe, pero que consiste en deslizarse por el mar sobre una tabla, con paracaídas. Cuando me lo contó, con los ojos brillantes de entusismo, a mí se me pusieron los pelos como escarpias, pero no dije nada, comprendo que es muy divertido, no quiero que se quede con la asignatura pendiente, que despues a los cuarenta años quieren aprobarla y las costaladas a esa edad (en la que espero que ya está casado y con hijos) tienen más importancia.

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Y se fué. Sólo le pedí una cosa:que cuando ya estuviera de vuelta en casa, me avisara, no hacía falta que me contara nada, cuando vuelva, si quiere, que no querrá, me lo contará, sólo quería un mensaje tipo:OK, y ya está. Bueno, pues se ha acordado de llamarme para preguntarme como se hace el gazpacho y para pedirme que le ingrese dinero en la cuenta,- por favor,mamá, que te lo devuelvo en cuanto vuelva,- pero de mensajito, nada.

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Y yo me pregunto ¿no me lo merezco?. No voy a hablar de las cosas que he hecho por él como madre, eso, todas las madres lo hacemos gratis.¿No se lo merece quien le dió trabajo a pesar de su falta de méritos? Quien empieza a adelantarle pagas el día 10? . Quien, a los seis meses de empezar a trabajar, le ha dado un mes de vacaciones?!Si he roto por él todos los convenios!Como se enteren los sindicatos de sus condiciones de trabajo van a mandar a todos los empresarios al psicoanalista.

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En fin, me voy a llamar a mi madre, por si los reproches, que además de madre, soy hija.

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P.D. Y que conste que este es el octavo, nada de mi pobrecito niño único.

15 comentarios:

Ana dijo...

María Jesús, es el octavo hijo y aún no te acostumbraste a la idea de que los hijos siempre somos ingratos?!?

Abuela Ciber dijo...

"Ocho hijos"....que belleza, bueno a estas alturas ya lo sabrás todo.
Cariños y fue grato visitarte.

DeLaCruz dijo...

Mi papá decía: A los hijos no les preocupa de donde salen las cosas que le piden a los padres, solamente las piden y esperan recibirlas.

Así que, sin sorpresas espero que mis hijos sean igualitos.

Saludos

Po Toma dijo...

. . . No sé quien dijo una vez, si soy amigo de mi hijos, lo dejo huérfanos . . .

. . . Sin ánimo de molestar, que sé que molesto; pero que esperas que hagan los hijos de hoy en día, cuando se les da lo que quieren, y no tienen que luchar por nada. Así recibimos en las empresas lo que recibimos hoy en día: Niños con dos carreras, tres masters del universo, pero en el fondo niños. . .

Todos los padres buscamos lo mejor para nuestros hijos, pero a veces nos olvidamos que, (es solo una opinión personal), lo material no es realmente lo importante, sino que sepan lo que cuesta los que tu llamas alcanzar las asignaturas pendientes.

Pd. Si crees que realmente tus hijos te lo cuentan todo, creo que estas equivocada. O acaso lo hacías tú con tu madre.

AleMamá dijo...

Has planteado problemas universales, incluyendo la debilidad para decis ¡NONES! a las eternas peticiones con promesas que jamás cumplen.

Un abrazo.

zocadiz dijo...

Coincido con el RiSh, a veces los hijos no nos damos cuenta de donde viene todo lo que recibimos.
Bendita inconsciencia!
:)

Cecy dijo...

cada madre con cada hijo,
cada hijo con cada madre.

hace varios años, una noche no vino a dormir, imaginate!!!

no dormi, lo busque hasta debajo de las baldosas, era tanta la desesperación que lo quería matar, solo como adolescente olvidado de avisar, estaba a la vuelta en casa de un amigo, su explicación fue que era muy tarde y no queria molestarme.

ok, dije, a este lo voy a cagar...

un día me fui con una amiga a tomar algo por ahi, y no le avise volvi como a las tres de la mañana.

Cuando llegue, el tipo estaba verde, mamá? donde estabas? con quien? que te paso?

Ja... cuando vos salis, el que me digas donde estas no es para controlarte, es pura preocupación de saber que estes bien, es que vivimos juntos y debe haber reglas de convivencia y comunicar al otro es parte del respeto.

Nunca mas ocurrió, pero bueno ellos tambien tienen que aprender a ser hijos, como nosotros a ser padres.

besos

maria jesus dijo...

Ana, el masoquismo maternal no tiene límites.

Abuela, tengo nueve hijos, todo un master en hijismo.

Rich, no hay problema con lo que piden, pero ¿no pueden avisar de que estan bien?

Ale, te digo lo mismo que a Rich ¿cuesta tanto trabajo tranquilizar a una madre?

Zocadiz, como dice Calvin, no se puede ser mamá si no se sabe de todo.

Luisa, hace la cervecita, pero con boquerones que si no se me sube.

Ceci, !Que buena idea!

Fernando dijo...

Querida María Jesús:

Tu post es muy conmovedor. Quisiera decirte "No lo des mayor importancia", pero ¿por qué no lo vas a dar mayor importancia? No le habría costado nada mandarte el mensajito, sin esperar a que le hiceran falta €€€. Así que: ¡¡¡haces muy bien en darle importancia!!!

Más chungo (como diría él, quizá) me parece esto: que cabe deducir, por tu post, que tu hijo trabaja en un negocio tuyo, o de tu marido. Si es así, y por la experiencia de mi familia, te digo: ándate con ojo. Con el paso del tiempo, se pueden mezclar los temas familiares y laborales, y unos pueden perjudicar a los otros.

Perdona si el consejo es impertinente.

F.

am dijo...

Tarde o temprano, los hijos se dan cuenta de todo lo que le deben a los padres. Ten paciencia.

Saludos!

Myriam dijo...

Hola María Jesús, te devuelvo la visita y de paso te comento:

Mi madre dice que ha tenido 6 hijos únicos, por que nos mima como si lo fuéramos. Yo no tengo hijos así que no puedo opinar pero te mando muchos ánimos seguro que algún día se da cuenta.

Un beso,

Hilda dijo...

Ma. de Jesús menos mal que yo siempre o casi siempre le aviso a mi mamá donde ando y que llegué con bien, ji ji
Por otro lado, sabes que soy soltera y no tengo hijos pero a mis alumnos los quiero como tales, y me encantó eso de: "Ser madre es estar deseando ABRAZAR y ESTRANGULAR a tu hijo a la vez."
ahora entiendo porque a veces amo a mis chamacos y a veces quiero darles con una bazuca!!! ji ji ji

saluditos. Hilda

maria jesus dijo...

Fernando, no es nada impertinente el consejo y te lo agradezco, trabaja conmigo pero provisionalmente.
Por otro lado, lo que pretendo escribiendo y conocer opiniones sobre una idea, es decir, no es real como la vida misma, aunque siempre hay una base real, de mi o conocida.
AM yo lo que quiero es dormir tranquila sabiendo que estan bien.
Myrian, en mi caso son nueve hijos únicos.
Hilda, tu me entiendes y !que suerte tiene tu madre!

Agnus dijo...

Hola.
No hace mucho oí decir al famoso juez de menores de Granada,(no recuerdo su nombre) que somos la generación de padres sufridora, hemos sufrido a nuestros padres autoritarios y ahora sufrimos a nuestros hijos, porque hemos sido más permisivos.
Tambien leí hace un tiempo que un filosofo griego decia hace muchos años: si quieres que tu hijo sea un gran hombre, hadle pasar un poco de frio y un poco de hambre.
Creo que ambos tienen razón.
Te entiendo perfectamente, ues yo tambien tengo 9 hijos unicos.

La Dama Zahorí dijo...

Ana, no creo que los hijos siempre seamos ingratos. Algunos llevamos toda la vida "tirando" de nuestros padres y hemos vivido acatando responsabilidades que nos nos correspondían hasta que ellos se han librado de sus empanadas mentales y han conseguido centrarse.

Maria Jesús, algún día me tienes que contar tu secreto.