Jamas había tenido una relación tan mala. ¡Lo odio!. Cuando lo necesito y lo llamo, se calla; cuando quiero que esté callado, habla a gritos; me deja mal con todo el mundo por no darme los recados; desaparece, está varios días perdido, y luego vuelve a aparecer sin dar explicaciones, eso sí, todos los primeros de mes exige que se le pague, y a precio de oro.
Definitivamente no aguanto más, me divorcio, acabo de firmar los papeles.
A partir de ahora, quien quiera comunicar conmigo puede hacerlo a cualquiera de los fijos, o por señales de humo, porque, en cuanto enganche a ese impresentable, lo meto en la guantera del coche con una tarjeta pre-pago.
Va a ser una autentica liberación
10 comentarios:
¡Vaya maría Jesús, por un momento pensé que la cosa iba en serio!!, pero meterlo en la guantera del coche ya me parecio de cuento de Hadas, qué humor más salado tiene hoy usted amiga mía.
Bueno, estoy a su lado vatallando con sui familia para que el Buen dios nos escuche.
Buenas Noches
Feliz fin de semana.
Sor.Cecilia
ja, ja, ja.
A veces me he sentido así con mi celular. Sobre todo la vez que se puso caprichoso. O la vez en que las letras de la pantallita se pusieron al revés. Si, de derecha a izquierda, como un espejo. Pero al final, terminamos llevándonos bien.
Saludos.
A mi me metieron el mío a la cartera/bolso contra mi opinión, y lo he detestado. Ahora me siento en desamparo cuando no lo llevo conmigo, y suele pasarme lo mismo que a ti: se queda callado y no llama a "su mami" para decirme donde lo he dejado.
Besos
Ja jajajj casi me lo creo estaba muy seria yo leyendote jajaj.
Haces muy bien, niña, se lo merece y que busque un buen abogado divorcil, jajaja...
Yo principalmente lo uso para saber la hora que es, pues odio los relojes
Un beso de consuelo
jaja! muy bueno, es lo que merce una tarjeta prepaga. Besos tía Elsa.
Lo tuyo con los móviles es toda una lucha, jaja. Por cierto me encantaba de chica los barbapapá :)
Mª Jesús, te he mandado un correíto con la excursión del románico d este mes. Si te animas te mando más información.
Un saludo.
Yo, desde que me acostumbré a sus prestaciones, no me deshago de él. (Al móvil me refiero, eh?, jaja, no vayas a pensar).
Y, pensar que llevo un año de estar liberado del móvil. Al principio fue un poco difícil pero todo es cuestión de volver a acostumbrarse.
Saludos.
Pues yo presumo que mi celular y yo tenemos un matrimonio muy feliz y duradero :D saludos cariñosos. Hilda
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