jueves, 29 de mayo de 2008

vocaciones


No voy a hablar de vocación como llamada de Dios a la vida religiosa, sino de la tendencia por aptitudes o por afición hacia una profesión determinada. Aunque, en realidad, toda vocación es una llamada de Dios, que es el que nos da las aptitudes y a veces nos gasta bromas; por ejemplo, yo tengo una afición desmedida a la música y ningún oído musical. Cuando era pequeña, me apuntaron a clase de piano y veía como a todas mis compañeras las presentaban las monjas al examen del Conservatorio menos a mí, mi madre fué al colegio a preguntar porqué y la monja le contestó:
.-Mire Vd, a mí no me han suspendido jamás una alumna y no me la van a suspender. Usted dejela que toque....que toque... que eso siempre hace bonito, pero examinarla !ni hablar!.
Categórica la señora.
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La profesión es una de las cosas que marca la vida de una persona, no en vano , los que tienen suerte, le dedican cuarenta horas semanales, y los que , muchas más, o muchas menos, según.
Generalmente establece el status social, económico y hasta familiar. Por eso elegir la adecuada es tan importante y habría que cuidar que se hiciera bien informado, aconsejado , y no sólo mirando el aspecto económico. Hacer lo que te gusta y que te paguen por ello.
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Como madre me abruma la responsabilidad, no todo el mundo tiene que ver la vida como yo, o querer vivirla como la he vivido yo. Pero yo sólo puedo opinar sobre lo que conozco.
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Un amigo de mi hijo, buen estudiante pero no matriculoso, está haciendo una carrera universitaria y para tener dinero para sus gastos se ha colocado de auxiliar de camarero en un hotel y !ha descubierto su vocación!. En seis meses ha pasado de ser el último mono a tener seis personas a su cargo, ha hecho cursos de sommelier, coctelería y todo lo que se le ha presentado y es a lo que piensa dedicarse profesionalmente. Me ha contado que va a terminar la carrera por darle gusto a su padre (Un oficial del ejercito, no se si será por eso o porque no se atreve a enfrentarse), pero que , por él, a la economía le pueden dar bola, la ilusión de su vida es ser camarero.









11 comentarios:

zocadiz dijo...

Es más fácil encontrar el camino para hacer productivo algo que te gusta que hacerte productivo con algo que no te gusta.
no?

Ana dijo...

Creo que una de las cosas más importantes para ser feliz, es poder hacer lo que a uno le gusta.

Sin embargo no siempre se puede. Y en ese sentido, creo que uno puede aprender a hacer bien lo que hace, aunque no sea lo que más le gusta. Y ya el sólo hecho de hacerlo bien y poder crecer en eso, lo hace a uno feliz.

Bueh, un matete de palabras me mandé...

AleMamá dijo...

¡Genial! ojalá todos lo tuviéramos así de claro. Servir, ¿por qué no?

Fran dijo...

En el caso de vuestro amigo, si en poco tiempo tiene seis personas a su cargo no sería de extrañar que en unos años tuviera un cargo de responsabilidad mayor o incluso su propia empresa por lo que yo no veo nada descaminado que siga con económicas.
Entra más en la línea que un amigo y compañero del curso que he hecho de enología que siendo somellier ha creado su propia empresa de catering con lo que le va muy bien y él es ¡químico!
Lo bueno es acertar en un camino que por lo menos se complemente bien con lo que más tarde descubras o encuentres que te va bien. El mayor de mis hijos tendrá que decidir dentro de no mucho tiempo y como madre es verdad que resulta una preocupación que se encaucen bien.
Pero lo que dice Ana me parece muy importante. No siempre se puede elegir, muchas personas han tenido que amoldarse al trabajo que pueden tener pero también se puede encontrar la satisfacción en un trabajo bien hecho y sabiendo que haces es lo que debes dentro de lo que puedes.
En el caso de la mujer me preocupa que no se valore a la que decida dedicarse a la familia porque ¡es toda una profesión! y también que si tienen otra profesión, añadida a esta, no sea compartida por el marido la responsabilidad de todo lo que conlleva la casa y los hijos. Siento haberme extendido.

ARCENDO dijo...

Geniales reflexiones. Y vaya susto en el segundo de los videos, eso no se hace con los amigos, jejeje. BESOS.

Fran dijo...

Ja, ja,ja ahora he visto el vídeo y qué grito he pegado ¡qué susto!

maria jesus dijo...

No os disteis cuenta del video del final que es buenisimo y hay que oirlo con los altavoces muy altos.
Zozadiz y Ana teneis razon las dos, es mas facil hacer productivo lo que gusta, pero hay veces que no se puede elegir y entonces es preferible conocerlo bien porque lo que dominas y conoces llega a gustarte. Y por supuesto hay que tener en cuenta que hay que vivir de ello y no es lo mismo los veinte años que los cincuenta.
Fran, por supuesto que la casa y la familia es una profesión, pero no creo que sea nunca remunerada por lo menos en su valor, es algo que se hace por amor o no se hace.
Luisa yo tambien rezo por los mios.
Arcendo y Alemama sois inceibles. Muchas gracias por vuestros comentarios

Marta Salazar dijo...

bien por el chico!

errada la actitud del padre...

Marta Salazar dijo...

dile al chico -de parte mía- que se perfeccione, que ahorre dinero y se vaya a las escuelas de hotelería más importantes del mundo, que están en Suiza y cuéntale a su papá que... si es por nivel económico... lo contratarán con un sueldo que el papá nunca había sonado antes (después de salir de "camarero" de una de las escuelas suizas, claro), pienso que toda profesión es igualmente digna, es la dimensión subjetiva del trabajo...

saludos!

La Dama Zahorí dijo...

Ufff, si yo te contara...

Siempre quise ser profe de Lengua, aunque no negaré que mil veces ha flaqueado mi vocación (igual que a Cristo en el desierto, cuando tienes que sacrificar tu juventud por una carrera, el diablo te tienta muchas veces). Como dice un buen amigo mío: NO HAGAS LO QUE QUIERES, QUIERE LO QUE HACES, ahí esta la clave de toda vocación.

Hilda dijo...

Hola, hola, disculpa el abandono, entre salir de viaje, trabajo, cansancio y recuperación, apenas estoy actualizándome con los blogs.
Con respecto a tu post, quizas por eso mi maestro de orientación vocacional decía que el éxito estaba en encontrar la profesión en la que tengas interés, aptitud y oportunidad de desarrollarla.

Yo tengo suerte, las dos profesiones que me dan de comer, son las que más me gusta hacer.

Saludos cariñosos. Hilda