Sorpresa

Una amiga me pidió que le enseñara como había hecho yo el blog, nos pusimos a organizar uno y, como ella es judía sefardí, al blog lo titulamos sefardíes, y allí se quedó en mi perfil sin que escribiéramos nada.

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De pronto, varios hijos se espurrearon por Europa y, después de un tiempo de alimentarse con pizzas y hamburguesas, empecé a recibir mails pidiendo recetas, para novatos, torpes y con poco dinero, que no es cosa de gastárselo en filetes habiendo una ropa tan divina ( chula dixit)

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Y me acordé de sefardies, así no tenía que escribir por triplicado las recetas y además se quedaban para el que las quisiera cocinar sin necesidad de pedirlas por teléfono o escribirlas en un sobre viejo y después perderlas. Comencé a publicarlas como cosa caserita y familiar, sin ninguna pretensión. Me gusta cocinar y lo hago bastante bien, aunque solo sea por la práctica que tengo, pero nada exquisito ni profesional: comidas cuarteleras.

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Mi sorpresa ha sido cuando he visto hoy que he tenido visitas y comentarios. Alemama, El Ceremoniero, tia Elsa, Pedro, Alma, Amigoplantas, muchisimas gracias por vuestra visita y perdón por no haberos contestado, no tenía ni idea, ya han vuelto mis pantagrueles y hacía mucho tiempo que no entraba.

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Si a alguien le puede ser útil, estaré encantada. Gourmets y criticones abstenerse, no merece la pena