Tu ves en Dubai un edificio de treinta pisos y lo primero que piensas es: "esta birria que pinta aquí". Un arquitecto levitaría allí. No hay dos edificios iguales y todos son grandiosos, la torre Califa es apabullante y preciosa, yo conseguí verla entera ( a veces la punta la tapan las nubes ) y me sentí hormiga.
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Sin embargo las mezquitas son muy bonitas pero pequeñas. Las llamadas a la oración se oyen por toda la ciudad. Los mall tienen unas salas especiales para orar. En el Ramadán no se puede comer ni beber en público durante el día, seas de la religión que seas, ni tampoco fumar; los bares y cafeterías están cerrados. Este año cayó en Agosto, a 50 grados y la actividad no se paraliza, los obreros trabajan a pleno sol y no pueden beber; a mi hijo se le estropeó el aire acondicionado del coche y tuvo que ir desde Abu Dhabi a Dubai parando y escondiéndose para beber agua y no deshidratarse, con todo llegó bastante perjudicado.
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El alcohol está prohibido venderlo en las tiendas y tenerlo en las casas. En los restaurantes y bares si te lo sirven, pero como tengas un problema de tráfico ( hay que llamar a la policía al más mínimo golpe) y des positivo, si eres extranjero te deportan y si eres del país vete a saber...
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Cerdos y sus cosas, solo los que no se lavan.
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Es decir, que sí, pero no..
10 comentarios:
¡Hay que vivir par aver, y tener hijos para repartir por lugares tan exóticos....! los míos lo más lejos que han llegado es a España Estados Unidos y Alemania...
Un beso
me alegra Alemamá y Ma. de Jesús, que tengan hijitos a quien usar de pretexto para conocer otros lugares jejeje
Ma. de Jesús, gracias por tus vivencias, las estoy disfrutando como enana!!
Besos a ambas. Hilda
Desde luego, debe ser espectacular, pero no sé...me quedo mejor aquí:)
Cuantas costumbres extrañas a nuestros ojos, no?
Muy interesante!!
Besoos
Es alucinante Dubai. ¿Has ido de compritas?
Un beso, María Jesús.
Debe de ser impresionante...
un beso!
Hermosa ciudad, pero son culturas demasiado fuertes para mi, no aguantaria vivir allí ni un día. Besotes tía Elsa.
Es la primera vez que participo en el blog de mi madre. Soy el hijo de Dubái.
Tan sólo decir que Dubái es una experiencia apasionante y precisamente por los muchos contrastes que puedes encontrar en cada esquina de la ciudad.
Además aprendes a entender muchas de las cosas del Islam que antes desconocías, amén de reafirmate en algunos de los prejucios sobre el mismo (trato de la mujer, tradiciones trasnochadas...).
Pero para una familia como la mía (mujer y tres niñas pequeñas) es la mejor de las experiencias ya que nos está aportando muchas cosas valiosas que habiéndonos quedado en España jamás hubiéramos tenido.
Finalmente, yo he tenido que viajar mucho por la región (Arabia Saudi, Qatar, Kuwait, Omán, India, Bangladesh...) y sinceramente creo que Dubái es un buen ejemplo a seguir de cara a la modernización de esta parte del mundo y de cómo se puede "occidentalizar" sin perder su esencia una cultura tan distinta a la nuestra. Si a alguien le sorprende lo que se ve por Dubái, debería viajar a Riyadh, a Doha, etc y entonces entendería que con sus defectos (también los tiene y muchos) y virtudes, Dubái puede servir de guía al resto del mundo árabe.
Alucinante!
Y más alucinante aún ir sólo de visita, para vivir no me haría demasiada gracia, la verdad.
Querida. no me cabe duda que ha sido una experiencia maravillosa, pero menos mal que no te cayó el Ramadan. Por mi se pueden quedar con sus altísimos edificios, ya que no podría soportar suintransigencia.
Ya veo lo contento que está tu hijo y me alegro mucho por él, se nota que es joven y su capacidad de descubrimiento la tiene en abundancia. Espero que todo les vaya muy bien.
Gracias Mª Jesús por estas lecciones de cultura que nos estás enseñando.
Besitos
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