martes, 25 de noviembre de 2014

Buena conciencia

Mi suegro era un confitero maravilloso. Yo con él tenía esa relación de:  " lo que te quiero y lo que me sacas de quicio"; además, en aquella época, yo estaba en plena declaración de independencia con respecto a mi familia personal y a la política, así que, cuando el decía que el turrón de más calidad era "el almendro", a mi me mataban antes de comprar esa marca.

Pero mi suegro falleció, y desde entonces, en su memoria, "el almendro" vuelve a mi casa todas las Navidades. Estando vivo, a él le hubiera hecho feliz ver que valorábamos su opinión, ahora le tiene sin cuidado.

A lo que voy es, que a la gente hay que hacerla feliz cuando vive . Yo me hice ese propósito cuando murió mi suegro, y lo intento, aunque no siempre lo consigo, porque hay gente que lo pone bastante difícil; y esa es otra, hay que ser lo suficientemente generoso para hacer fácil que los demás le hagan feliz a uno.

Porque los detalles después de muerto son para quitarse uno la mala conciencia. Me contó un señor en la lotería, que más que una lotería parece un confesionario, que él nunca le regaló flores a su mujer, pero que ahora tiene una especie de altar en su casa con su foto y le lleva flores en todas las ocasiones especiales, ¡con lo que hubiera disfrutado su mujer con que un día, sorpresivamente, el le hubiera traído una simple rosa!

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sábado, 15 de noviembre de 2014

Cosas

Nada hay más relajante para mí que una bañera a punto de ebullición.
 
Entro en ella y el agua me llega a la barbilla. Empiezo a pensar en mi casa y los arreglos que hay que hacer y como hacerlos. Paso a pensar en mi familia y sus problemas y la ,manera de solucionarlos. Continuo con mi trabajo y como compaginarlo con un traslado de local y una necesidad imperiosa de captar clientes.
 
A estas alturas el agua se ha templado. Salgo sintiendo una lástima de mi misma tremenda.
 
Cojo mi cartera y hago cuentas de si me puedo ir a Cadiz a esconderme debajo de las faldas de Julita, mi amiga, casi hermana, que sabe ser madre.
 
Necesito que me mimen un poco.
 
La bañera no ha dado resultado.

viernes, 7 de noviembre de 2014

Amistad



Soy una persona afortunada, siempre he tenido amigos, amigos de verdad, y en plural; esa gente con la que uno habla de todo con la sinceridad y la naturalidad como si estuviera hablándose a si mismo, que sabes que puedes contar con ella aunque haga años que no la ves, que no te juzga sino que te acepta, que le interesa  de verdad lo tuyo.
 
Esas actitudes son recíprocas. Quiero a mis amigos, mucho, y estoy a su disposición para lo que necesiten de mi, me interesa todo lo que les concierne y quisiera significar para ellos lo que ellos significan para mi.
 
Y todo esto viene a cuento por una tarde estupenda de amigas de toda la vida, desde niñas, y después de ....ta años igual que entonces, como si no hubiéramos pasado décadas sin vernos y encima con aficiones y formas de pensar y sentir comunes, como si el tiempo se hubiera paralizado.
 
¿Qué es la amistad? Para mi, una de las formas que tiene Dios de sonreírnos.

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sábado, 1 de noviembre de 2014

Dia de difuntos




Hoy es día de difuntos.

Tengo una clienta que se ha quedado viuda hace poco. Viene a la hora que sabe que no suele haber nadie y se queda hablando conmigo; me cuenta de ese desgarro que siente que no la deja casi ni respirar y yo no se que decirle.

Habla y habla y yo la escucho; me gustaría consolarla pero ¿como? si es algo que no tiene consuelo.

A partir de ahora su proyecto de vida será otro, en solitario, el conjunto ya terminó. No forma parte de la vida de nadie y nadie forma parte de su vida, porque sus hijos tienen que vivir la suya y hay que dejarlos, aunque ellos se resistan porque la quieren, volar a su aire.

¿Cómo va nadie a vivir como ella las alegrías, las preocupaciones, el orgullo y la pena de todo lo que les ocurra a sus hijos y nietos? Se ha quedado sin la única persona que podía hacerlo, porque también eran sus hijos, y los hijos de sus hijos.

En todos los acontecimientos, buenos o malos siempre estará su falta. Se ha quedado sola.

LLora y yo, que no soy nada dada a confidencias, le digo:

.- Como adultos que somos, da casi vergüenza decirlo, pero yo tengo la sensación , SE, que el me acompaña y me ayuda, ¡ fíjate, que a veces creo que hasta me mete dinero en el banco!.
 
Me sonríe con complicidad, no soy la única chiflada.


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